Punta Arenas 29 de Marzo del 2011
SEÑOR
EDITOR DE MEDIO DE COMUNICACION Y DIFUSION PUBLICA
PRESENTE
Hacemos llegar a su respetable medio--
Recordando cuando--Salvador Allende enfrenta su primera huelga.
La ofensiva del gobierno popular, dirigido por Salvador Allende, había conseguido, a marzo de 1971, en el ámbito económico y social, significativas victorias estratégicas.
Chuqui: Una victoria táctica pero la brecha de la derrota estratégica
La ofensiva del gobierno popular, dirigido por Salvador Allende, había conseguido, a marzo de 1971, vale decir, al cabo del 5º mes de su ratificación por el congreso, en el ámbito económico y social, significativas victorias estratégicas.
La Nacionalización de la Banca dejaba al poder financiero de la oligarquía local francamente en retirada, el otrora poder de los clanes y grupos financieros prácticamente no existía y sus representantes, Agustín Edwards y otros recurrían a Miami, al imperio, para solicitar ayuda en la recuperación de sus privilegios. A ello hay que sumar la activa presencia de los trabajadores de los sectores e industrias nacionalizadas e incorporadas al Sector del Área Social de la Economía que le permitían, a los chilenos, tener un control sobre ya el 50% de la Economía Nacional. La ofensiva en el ámbito agrario dejaba al latifundio, formado sobre el saqueo de la tierra a los pueblos originarios de Chile, sepultado en la historia. Lxs Niñxs Chilenxs eran el centro de preocupación y atención del Gobierno de Salvador Allende.
Las victorias alcanzadas por el pueblo bajo la conducción de Salvador Allende, a marzo de 1971, no hacia sino sumar y sumar más fuerzas sociales al proceso de Liberación y de construcción de la vía Socialista en Chile. Prueba de ello es, en abril de 1971, la victoria electoral alcanzada. En la elección Municipal de Alcaldes y Regidores, la coalición de gobierno, la Unidad Popular, supero el 54% de los votos escrutados. Cabe destacar que el Partido Demócrata Cristiano, llevo a Radomiro Tomic como candidato presidencial y su Programa de Gobierno postulaba, algunos aspectos similares al Programa de Salvador Allende, entre otros, por ejemplo, la Nacionalización de la Gran Minería del Cobre. Anhelo histórico del Pueblo Chileno. En esa elección el Partido DC logro una representación de solo un 26,2% y la Oligarquía “tradicional” no alcanzo a un 18,5%. Por tanto, la Victoria electoral fue arrolladora, aplastante, aún más, considerando los resultados electorales de la presidenciales de 1970. El Pueblo aprobó y respaldo ampliamente la gestión del Gobierno.
Sin embargo, a marzo de 1971, en este ambiente de ebullición y efervescencia social, donde el Pueblo comenzaba a entregar de modo irrestricto toda su confianza en la gestión de Salvador Allende, aparecen las primeras sombras, que en la generosidad solidaria de los chilenos, no se le dio, en ese momento, mayor relevancia.
El primer proyecto de Ley, presentado por Salvador Allende al congreso la República, luego de ratificado como Presidente de Chile, fue el Proyecto de la Nacionalización de la Gran Minería de Cobre, por tanto, de inmediato se comenzó un proceso de evaluación de las condiciones en que se encontraban los yacimientos, de la Gran Minería, controlados a la fecha por las mineras transnacionales estadunidenses, (Anaconda, Braden co y otras). Por cierto, como normalmente ocurre con el imperialismo, comenzaron los sabotajes de los técnicos e ingenieros extranjeros (en su mayoría estadunidenses que gozaban de privilegios especiales, por sobre los chilenos, dentro de los mismos campamentos mineros) que operaban en los yacimientos objeto de la Nacionalización. No obstante, esto era esperable, en el transcurso de finiquitar la Nacionalización.
Sin embargo, lo que no era esperable, al menos para gran parte de los participantes en el proceso que se abría en Chile, fue nada menos que la huelga, si la huelga del yacimiento “emblemático” de la lucha asalariada y obrera del siglo XX en Chile, “símbolo” de los partidos “obreros” tradicionales, el yacimiento a rajo abierto “mas grande del mundo”, Chuquicamata, “Chuqui”, reclamado por el PC, partido “estructural” en los “cimientos” de la coalición que apoyaba al gobierno de Salvador Allende, como el coto obrero y revolucionario en la construcción del Socialismo en Chile.
Salvador Allende, en el discurso a los Trabajadores el 1º de Mayo de 1971, denuncia esta conducta “desclasada” de lo que se dio en llamar “la aristocracia obrera”, al decir, “La CAP no es de los trabajadores del acero. Chuquicamata, El Salvador y El Teniente no son de los trabajadores del cobre. Son de los trabajadores de la patria.”. Víctor Díaz, presidente interino de la CUT (PC), intervino desde “arriba” para detener la huelga de “Chuqui”. La movilización fue fugaz y prácticamente no fue percibida o intencionadamente no se le dio la publicidad que ameritaba. No obstante, para quienes la percibieron, fue como una breve pero intensa pesadilla. Fue la señal, suficiente y necesaria, que capto el imperialismo. Tras decenas de años de constante “trabajo ideológico” podían percibir la germinación de sus frutos.
La eficaz intervención de Víctor Díaz en la resolución de la “huelga minera” dejo en evidencia varias dimensiones del problema, por ejemplo, la baja adhesión de esos sindicatos del cobre al programa de gobierno, la falta de compromiso con la propuesta popular, pero, lo destacable, la disciplina al partido, la firme adhesión a una burocracia política y sindical. Aspecto que no es de extrañar, toda vez que, durante más de 40 años, se fue forjando un disciplinamiento a nivel sindical donde el “partido”, a través de su burocracia profesional “mediatizaba” la relación sindicato, estado y patrón, en una lógica orientada a obtener una mejor retribución pecuniaria del trabajo y a una mayor participación de las decisiones sociales. Pero sin cuestionar, en realidad, la vigencia del Capitalismo en Chile.
Los breves, pero intensos meses del Gobierno Popular, que duda cabe, colocaron en tensión las estructuras de colaboración de clase forjadas durante el siglo XX. Las fuerzas sociales desatadas por el gobierno de Salvador Allende entraban, por primera vez, en contacto de colisión con las estructuras y las “lógicas”, tanto, del disciplinamiento, como en la relación con los poderes controlados por la burguesía y que la burocracia politico sindical mediatizaba. Víctor Díaz, presidente interino de la CUT (en 1976, en la clandestinidad es secuestrado y desaparecido por Pinochet después de la salida de Corvalán de Chile), fue ascendido en Agosto de 1971 a Subsecretario del partido más grande de la Unidad Popular que, supuestamente (digo supuestamente, por que, al 11 de Septiembre de 1973, la burocracia, que se beneficio de ministerios y de trabajos, dejo a Salvador Allende solo), apoyaba la gestión del gobierno de Salvador Allende, el costo de esta y otras demostraciones de fuerzas de la burocracia política y sindical, a los largo del gobierno de la Unidad Popular, sin duda, aún el Pueblo de Chile la esta pagando.
Alirio Herrera
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